[...] We have a greed which we have agreed. You think you have to want more than you need [...]
-"Society", de Eddie Vedder.
Hola, estimados no-lectores. Vuelvo a las andadas bloggeras debido a que un amigo mío leyó el blog y recordé que esta cosa existía. Hace días pensé -de todos modos- escribir sobre algo así, y es que me da mucha tristeza y coraje que muchos se olvidan de lo que realmente significa la navidad. Y para aclarar esto, no sé si Jesús realmente nació el 25 de diciembre, y si así fue, pues ahí está el motivo; PERO, aparte de ser una celebración con orígenes religiosos, debo decirles que para mí la navidad es estar en familia. Seamos honestos, es una de las pocas fechas en las que vemos a los primos que viven fuera, a ese tío que vive en otro continente o a los abuelos que nunca podemos ver debido a "x" o "y" compromiso/tarea/examen.
Si se identificaron con esto último, bien ahí, pero ahora les diré sobre el lado oscuro y comercial de la navidad; sí, los regalos. No les mentiré, a mí -como a todos- me gusta recibir regalos. Qué padre recibir ese juego, película, reloj, trusa que tanto ansiábamos tener. Desgraciadamente, ya para muchos morros y morras la navidad es sólo esto. Y la verdad es que se los paso a los mini-morritos porque pues ellos todavía piden juguetes y esa es otra parte genial de la navidad: el juntarse en el recalentado con toda la primada a jugar con lo que les trajo Santa Claus (si se dan cuenta, se relaciona con lo que había mencionado que es para mí la navidad y por eso para mí, es algo justificable de los pequeños el ser algo materialistas). Pero ahora, ¿qué pasa cuando aún siendo grandes y "juiciosos" seguimos siendo tan materialistas?
Ahora con esto del twitta y el Facebook sabemos que todos estamos más conectados que nunca (tal vez hasta demasiado para ser bueno) y me ha tocó ver a algunos compañeros de mi escuela que se les acababa el mundo porque no sabían qué pedirle al Santo Clos. Esta es la parte que deshabilitó quirúrgicamente mis gónadas (me castró) ¿Por qué? Pues principalmente porque son compañeros que -a juzgar por todo lo que alardean, etc.- son de familias acomodadas y que por consiguiente, son mimados por sus papis todo el año. Aquí es donde entra el tema en cuestión ¿Por qué no pueden ser agradecidos? Digo, cada que se les pierde una blackberry se los cambian por un iPhone y un carro nuevo (ok, exagero, omitan el caro). Ojo, no les estoy diciendo que no pidan nada, sólo digo que si no tienen nada que pedir, ¿por qué forzarlo?
Obviamente no es el caso de todos, pero desgraciadamente así está la juventud (ya vos viejito, pero es lo que yo he notado). Quizás diga esto porque yo tuve navidades en las que me quedé esperando un regalo, pero ciertamente agradezco todo lo que recibí cuando pequeño, lo que he recibido ahora, pero sobre todo, no ser un malagradecido y mimado. Recuerden siempre el verdadero significado de la navidad, sea religioso o familiar, pues con certeza puedo decirles que el origen de esta celebración definitivamente no fue de una naturaleza material o comercial.
Eso fue todo por hoy, esperen entradas más seguido ;D Y por favor, no se tomen nada de esto personal, yo sólo escribo lo que vi. Después de todo, al que le queda el saco, se lo pone.